La Sequía

Francisca (Emilia Attías) es una mujer exitosa de la escena argentina. Su vida transcurre entre cámaras, estudios de TV, rodajes, sesiones de fotos y el glamour de la vida típica del "main stream farandulesco" local. Su vida privada, muchas veces se confunde con la vida pública que lleva, obligada por el que dirán de los que forman parte del circo mediático; lugar al cual también ella pertenece.

Algo ocurre en la entrega anual de los Premios "Cinema". En medio de una lluvia de flashes, Francisca divisa una imagen que la deja paralizada: una imagen casi onírica de sí misma que le refleja una mujer que en lo profundo de su ser ella no desea ser. Es en ese momento que decide cambiar el rumbo de su vida. Tomar una decisión radical que la va a llevar a un camino insospechado por ella.

Amanece en el desierto catamarqueño. En medio de esa nada geográfica esta Francisca. "Fran", como la llaman sus amigos. Vestida aun de fiesta, la mujer comienza a desandar un camino inhóspito en medio de un paisaje agresivo que le presenta mil y una dificultades.

Fran inicia el viaje y lentamente se va transformando. Su propia vida interna le marca la ruta. Es una mujer que busca en lo profundo de su ser quien realmente es. El camino se lo va revelando a cada paso.

Como un ángel guardián de dudosa bondad, aparece Not (Adriana Salonia). Un personaje extraño, enigmático y oscuro, ambiguo y fatal. Se presenta frente a Fran intentando una y otra vez hacerla reflexionar sobre esa decisión e invitándola con insistencia a volver a aquella vida que la mujer dejó atrás.

En algunos tramos del viaje, la aparición de Not se llena de significados diferentes para Fran. Es aquello que la une a un pasado que quiere soltar. Pero también es una compañía que le marca el paso de su propia elección. Not es ella misma, en otro sentido, es el pasado en forma de mujer que no logra soltarla.

La ruta es dura, tanto que, en un tramo del viaje, la vida de Fran corre peligro de muerte. Sus pensamientos la traicionan y cree vivir situaciones reales que en realidad son solo alucinados espejismos de su propia realidad.

En lo más alto de su camino, Fran comprende que su única respuesta es ella misma. Not intentará, en último y desesperado esfuerzo convencerla de volver a la vida anterior. La historia de Fran ya no es igual. Los pasos dados en el nuevo camino la transformaron para siempre. Not, su alter ego, sabe que, con esa elección, su vida llega al fin. Fran ya no necesita a Not. Eligió ser otra mujer, la sencilla mujer que siempre soñó ser pero que su vida anterior no se lo permitió. Fran experimenta, por primera vez, la máxima libertad. Un lugar de su vida que jamás volverá a resignar.